Carta de Pablo

Hoy estaba rezando con las lecturas del día, y me encontré con esta carta de Pablo dirigida a los cristianos de Efesio. La quería compartir porque realmente es un mensaje de paz para nuestra sociedad. Es gracias a Jesús que recibimos este don de salvación, a través de  su sacrificio no existen los muros y los abismos desaparecen. Confiemos en sus palabras y ofrezcamos nuestras manos para trabajar por este Reino de hermanos.

Ef 2, 11-22
Acuérdense de que fueron gente pagana; los que se llaman a sí mismos circuncisos, por una circuncisión quirúrgica, los llamaban a ustedes incircuncisos. En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios. Pero ahora, en Cristo Jesús y por su sangre, ustedes que estaban lejos han venido a estar cerca.
El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo. En su propia carne destruyó el sistema represivo de la Ley e hizo la paz; reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo. Destruyó el odio en la cruz y, habiendo hecho de los dos un solo pueblo, los reconcilió con Dios por medio de la misma cruz.
Vino como evangelizador de la paz: paz para ustedes que estaban lejos, y paz para los judíos que estaban cerca. Y por él los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu.
Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de la casa de Dios. Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. En él se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un templo santo en el Señor. En él ustedes se van edificando hasta ser un santuario espiritual de Dios.

María Madre de la Iglesia...

"María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu festeja a Dios mi salvador, porque se ha fijado en la pequeñez de su servidora y en adelante las generaciones me llamarán feliz.
Porque el Todopoderoso ha hecho grandes cosas por mi, su nombre es santo. Su misericordia con sus fieles se extiende por todas las generaciones. Despliega la fuerza de su brazo, dispersa a los soberbios en sus planes, derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes, colma de bienes a los hambrientos y a los ricos los despide vacíos. Socorre a Israel, su siervo, recordando la lealtad, prometida a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre".

Lc.1, 46-55

Decidimos compartir este trozo de Evangelio para pensar y rumiar lo profético de este canto de María; la fuerza renovadora y, ciertamente, revolucionaria, que la ubica como una mujer que entiende que ese mismo Dios que hizo grandes cosas por ella, también las hará por todos, en especial por los humildes, por los excluidos, por los crucificados de ayer y de hoy...
Nos interpela al pensarnos como Iglesia, cristianos que para vivir el Amor, para vivir la vida como Cristo y como aquellos y aquellas que quieren y pueden decir "para mí la vida es Cristo", como Pablo, debemos jugarnos cotidianamente para repensar las inequidades de nuestro mundo, de nuestra sociedad.Y nuestro rol en ella. Pensar qué nos implica hoy vivir esta Palabra, desde nuestros lugares como ciudadanos, profesionales, adultos...cristianos en el sentido de cristos aqui... Como el padre Mujica, como Monseñor Angelelli a quienes también recordamos estos días de misión en el barrio... 
Comprometernos cierta y concretamente, superando la beneficencia y la caridad "mal entendida"...
¿Cómo vivimos nosotro/as esta Palabra, este canto?
¿Vivimos como Cristo?....

Misión de octubre

Estas son algunas de las fotos que sacamos durante el fin de semana. Lamentablemente la cámara se nos rompió antes de terminar, pero igual sacamos varias!.
Nos acompañaron los chicos y padres de la catequesis familiar de nuestra parroquia, con los que hicimos una celebración muy linda el día sábado, la cual incluyó una representación del Evangelio que rezamos juntos: La visita de María a Isabel. Panes caseros con mermelada, también casera, y chocolatada para todos...¡un espectáculo!. Le agradecemos a Gladys Roveda y a su familia, que no solo prepararon a los chicos de la catequesis, sino que a la noche nos cocinaron unas pizzas a la parrilla...
El domingo por la mañana participamos de la misa en la capilla de La Paz y nos quedamos cantando con algunos de los chicos de catequesis. A partir del mediodía estuvimos en el barrio y por la tarde cocinamos tortilla a la parrilla en la cancha mientras los instrumentos sonaban a todo volumen.Varios vecinos colaboraron para prepararlas (Gracias Inés, gracias Andrea) Fue una tarde gloriosa, llena de la presencia de Dios.


















Video de la celebración!

Yami en guitarra, Marian en bongós, Maga en palmas y Anita en charango.
Que equipo!